sábado, 26 de junio de 2010

CASTILLO DE BURGOS

En Burgos podemos visitar muchas iglesias, conventos, la catedral y diversos edificios dedicados a la religión pero, también destaca el castillo. Este castillo está situado en el cerro de San Miguel, rodeado por la pequeña ciudad burgalesa.




Fue levantado por el conde Diego Rodríguez en épocas de la Reconquista, en el 884 porque el crecimiento de la ciudad requería una gran fortaleza. Alfonso VIII produce la primera reforma con un estilo mudéjar y más tarde Enrique IV la segunda para embellecer el castillo construyendo salones, aposentos y capilla.




Las murallas conforman dos recintos concéntricos. La muralla interior mide 2,30 y la exterior es de menor altura y se complementa con otros elementos defensivos: foso, torre y topografía del terreno. Hay torres de planta rectangular y circular, adosadas a la muralla o exentas. Carece de torre del homenaje, por eso se construyó el palacio de Alfonso X. También destaca el pozo de 63,5 metros de profundidad, rodeado por una escalera de caracol única en Europa. El pozo se comunica al exterior por galerías y se cree que una puede llegar a la catedral, aunque está apuntalada por los bomberos por su mal estado.






Murallas del castillo.
Pozo del castillo.



El castillo fue baluarte defensivo contra el Islam en el siglo X. Entre el siglo XI y XIII perteneció a los reyes de Castilla. Más tarde, entre el siglo XIV y XV, perteneció a la familia de los Estúñiga, que apoyaban a Juana la Beltraneja en la Guerra de la Sucesión. La ciudad apoyaba a Isabel la Católica y surgió un gran conflicto. El cerco al castillo por parte de los Reyes Católicos duró desde agosto de 1474 hasta enero de 1476 e intentaron volar el pozo y los muros del castillo para dejar sin agua a los allí sitiados. Luego sirvió de fábrica de pólvora y escuela de artilleros, hasta que en el siglo XVI quedó totalmente abandonado. En el 1736 sufrió un incendio y casi quedó totalmente destruido. Los franceses lo reconstruyeron con la Guerra de la Independencia. Luego sufrió un asedio dirigido por Lord Wellington y los franceses estuvieron obligados a volarlo y el castillo quedó totalmente destruido.



En 2003 se abrió al público como museo y centro de interpretación. Se hace una visita al pozo y un recorrido por las murallas.



Artículo: Sñ.M

No hay comentarios:

Publicar un comentario